El año pasado, cuando Othmar tenía dos años, comenzamos nuestra búsqueda de un nido que sea un segundo hogar, una extensión de casa, con el mismo cariño y respeto para acompañarlo en su crecimiento. Fue así que encontramos al Pez en la Luna. Fue amor a primera vista el sentir esa comodidad de estar en un espacio que es el correcto… y así empezó nuestra aventura.
Ser mamá aquí se siente riquísimo. Ser mamá aquí te llena, te alegra, te abraza, te hace sonreír. ¿Han escuchado el dicho: “Dios los crea y ellos se juntan”? Pues es tal cual, aquí nos hemos juntado un grupo de familias que sin conocernos buscábamos lo mismo para nuestros hijos, y nos conocimos, nos ‘amigamos’ y nos hicimos tribu.
El proceso de adaptación duró lo que tenía que durar para cada una. Algunas se despidieron de sus hijos con mucha facilidad; otras, como yo, después de algunos meses. Sin embargo, cuando ya no teníamos que quedarnos para acompañar a nuestros hijos -¡porque claramente ellos se la pasaban de maravilla!-, igual nos quedábamos invadiendo la salita con mamás y papás que conversaban, reían, comían, leían…familias que creábamos comunidad. Resulta que aquí no solo es el segundo hogar de nuestros hijos sino también el nuestro como familia.
Yo pasé los últimos cinco meses de mi embarazo yendo y viniendo con Othmar y mi enorme panza. La verdad es que esa experiencia no la cambio por nada. Trajín sí, cansancio sí, pero con mucho gusto. La buena vibra del Pez se siente desde que tocas el timbre. Te puedes encontrar a Karyna, Bruno, Marce, Shirley, Yoyo, Enrique o cualquiera de los Cuidadores y como mamá sabrás que tus hijos están en el lugar correcto, que vinieron a ser felices.
Empezamos en la tribu Tierra con unas profes de lujo, tengo que decirlo: Corina y Pame -mil gracias chicas-. Ahora estamos en la tribu Madera y nuevamente de lujo -¡Ale y Pame son lo máximo!-. Como mamá no puedo estar más agradecida al universo que conspiró para que llegáramos al lugar perfecto en el momento perfecto.
La semana pasada celebramos el día de la madre junto a nuestros pecesitos. Fue una mañana llena de detalles y no me queda más que decir Gracias, Gracias a esta linda familia del Pez en la Luna. Gracias por ser y por estar, gracias por el amor y la comprensión, gracias por la paciencia y el apoyo, gracias por las sonrisas y las palabras… ¡MILLONES DE GRACIAS!
¡Adoro ser mamá pez y no lo puedo ocultar! =)
Lesie Aguilar
Mamá Pez